¿Puede el ARTE ser BASURA? 🤮🗑️

Sep 23, 2024

 

El arte conceptual, una corriente que desafió las tradiciones artísticas, parece haber llegado a su fin. Su dependencia del mercado y la falta de conexión emocional han convertido lo que una vez fue vanguardia en una expresión vacía y elitista. 

Si quieres vender obra sólida y de calidad, participa del nuevo mercado online. En este mercado, la conexión directa entre compradores y artistas elimina los intermediarios que intentan lucrarse a toda costa, olvidando el verdadero valor del arte. Yo te doy las claves para vivir de tu arte en mi curso CÓMO VENDER TU ARTE EN INTERNET.

 


 

El arte conceptual ha muerto. Se basa en la valoración de materiales frágiles e inestables. A diferencia del arte tradicional, el artista ya no fabrica artefactos únicos y duraderos. En cambio, estos artistas presentan ideas desmaterializadas, sin respetar la técnica o la tradición.

El origen del arte conceptual se remonta a los readymades de Duchamp y al dadaísmo, que promovió el "antiarte". El problema fundamental del arte conceptual es su relación con el mercado. Las ideas no pueden venderse porque son libres, pero para participar en el mercado, el concepto debe vincularse a un objeto, aunque sea trivial.

 

 

"Si no hay mercado, no hay arte" es la triste realidad del arte conceptual. Un objeto insignificante puede convertirse en una obra solo porque una explicación lo acompaña. Esto lleva a la paradoja de que, aunque el arte conceptual busca desmaterializarse, depende del mercado para existir.

 

La ruptura con la tradición

 

Las vanguardias artísticas, desde el impresionismo hasta el dadaísmo, se caracterizaron por romper con lo anterior. El impresionismo, por ejemplo, se opuso al romanticismo, mientras que los surrealistas y los expresionistas intentaron desentrañar el subconsciente y distorsionar la realidad. Sin embargo, los dadaístas fueron más allá al declarar que el arte debía ser "No Arte", lo que sentó las bases del arte conceptual.

 

 

La exclusión del público

 

Hoy en día, el arte conceptual es criticado porque una pequeña élite decide qué es arte, dejando al público fuera de la conversación. Los cuadros monocromos o las obras abstractas a menudo son celebradas por un grupo reducido de críticos que imponen su visión. Esto crea la sensación de que el público no es lo suficientemente "culto" para entender este tipo de arte.

"El arte conceptual ha perdido su sentido original", argumentan muchos críticos. Mientras artistas técnicamente habilidosos son ignorados, los artistas conceptuales son elevados, aunque sus obras no siempre transmiten un mensaje claro.

 

La banalidad disfrazada de arte

 

 

El "azul Klein" es un ejemplo de cómo la mercadotecnia puede jugar un papel crucial en el arte conceptual. Yves Klein patentó un color, y cualquier objeto pintado con ese tono se convirtió automáticamente en arte, independientemente de su valor intrínseco.

El arte conceptual también se enfrenta a críticas por su dependencia de explicaciones complejas que justifican su valor. A menudo, las obras no conmueven ni inspiran al espectador sin una historia que las contextualice (eso lo aprendemos en las lecciones de copywriting de mi curso CÓMO VENDER TU ARTE EN INTERNET. Pero en este caso, para vender obra de calidad. Prométeme que no usarás este superpoder para vender mala obra).

"La basura es basura, por mucho que nos haga pensar", resume la crítica al arte conceptual. Un montón de basura no se convierte en arte solo porque alguien le asigna un significado. Esto pone de relieve la falta de talento y de esfuerzo que muchos artistas conceptuales demuestran, confiando en la retórica en lugar de en la creación.

 

El engaño de la retórica

 

"El arte de la palabra, la retórica, es el pilar fundamental del arte conceptual." A través de elaboradas justificaciones, los artistas conceptuales logran que el público acepte obras vacías de significado real. David Thompson señala que, aunque los artistas conceptuales a menudo pretenden cuestionar o debatir, rara vez especifican cuáles son esos debates o qué quieren realmente cuestionar.

El arte conceptual depende de palabras clave como "proceso", "interdisciplinar" o "descontextualización", pero estas son solo herramientas vacías para justificar obras sin contenido real.

 

Un arte sin alma

 

 

El pintor Ben Shahn describió el arte como una conversación entre el artista y su obra, un proceso íntimo donde la obra cobra vida y responde al artista. En el arte conceptual, esa conexión emocional y subconsciente está ausente. Las obras se presentan sin alma, vacías de cualquier interacción real entre el creador y el objeto.

El arte conceptual ha sido criticado por su dependencia del nombre del artista en lugar del valor real de la obra. "El valor de la marca, más que el valor de la creación", es lo que define a muchos artistas conceptuales actuales. Lo que importa no es lo que se crea, sino quién lo firma.

 

El final del arte conceptual

 

El arte conceptual está acabado. Su decadencia es inevitable porque se ha vuelto un ejercicio de marketing más que de creación. Los artistas conceptuales dependen del prestigio y la retórica para sostener sus obras, pero la falta de contenido auténtico y de conexión emocional ha llevado al arte conceptual a un callejón sin salida.

Hoy en día, el arte conceptual es una expresión parasitaria de la pintura y la escultura tradicionales, y su tiempo ha llegado a su fin.

Pero se puede aprender mucho de estos artistas. ¿Y si aplicamos las técnicas de marketing y de copywriting para vender obra verdaderamente buena? Yo llevo toda la vida intentando mejorar como artista. Volví a reaprender DIBUJO después de años sabiendo dibujar. Exploré nuevas técnicas con LEJÍA. Me conozco las LEYES DE LA COMPOSICIÓN al dedillo para aplicarlas a mis OBRAS AL ÓLEO, en las que sigo un proceso minucioso de creación. Y solo entonces, aplico todo lo que he aprendido sobre marketing y estrategias de venta. Te pido que no uses estos conocimientos para vender Hamparte. Como confío en ti, aquí tienes CÓMO VENDER TU ARTE EN INTERNET.